miércoles, 27 de junio de 2012

POLÉMICA EN LAS UNIVERSIDADES DE ESTADOS UNIDOS
La distracción en clase en la era de la tecnología digital


Los profesores universitarios dicen que la tecnología les plantea un desafío: retener la atención de los alumnos.
John SchwartzLas universidades norteamericanas se apresuran para ingresar en un futuro inalámbrico e instalan redes que les permiten a alumnos y profesores navegar por Internet desde laptops instaladas en las aulas, en la biblioteca o junto a las fuentes que siempre aparecen en los folletos de los predios universitarios.

Sin embargo, los profesores dicen que la tecnología les plantea un creciente desafío: retener la atención de los alumnos.

Las pantallas ofrecen un comentario silencioso sobre las habilidades del profesor para cautivar la atención de los alumnos. En el preciso momento en que el docente pierde el hilo o recurre a su propia laptop para utilizar la calculadora, las pantallas rápidamente pasan a otra pantalla, que casi siempre tiene que ver con el ocio.

O peor aún, los alumnos empiezan a escribir e-mails o a mandar mensajes instantáneos.

La distracción no es nada nuevo. Desde que existen las clases, los alumnos hablaron entre sí, se pasaron notas y hasta miraron por la ventana. La llegada de las laptops, sin embargo, introdujo nuevas oportunidades de diversión y la conexión inalámbrica introduce un espectro aún más amplio de distracción, dice Dylan Brooks, un analista de Jupiter Communications.

"Antes podían haber jugado al solitario o al buscaminas", dice Brooks. "Ahora pueden jugar a eso o a siete millones de otros juegos o mirar una película entera".

"Es un comportamiento adictivo que afecta a los alumnos", dijo Ian Ayres, profesor en la Facultad de Derecho de Yale que se opone fuertemente al ingreso de Internet a las clases. Dice que otros estudiantes se "desmoralizan" al ver que sus pares no prestan atención.

"Cuando uno ve que en el 25% de las pantallas están jugando al solitario, no sabe a qué artilugios recurrir para captar la atención de los alumnos", dijo el profesor Ayres.

Si los estudiantes de leyes no participan activamente en la clase, dijo Ayres, se pierden el intercambio de ideas y no desarrollan el pensamiento crítico que surge de "desmenuzar un caso".

El profesor Ayres intentó prohibir el uso de Internet en su clase. Los alumnos "lanzaron misiles", dijo, e insistieron en que sus habilidades multifunción les permitían ser más productivos y estar más alertas en clase. Ayres se vio obligado a aflojar las restricciones y permitió que se utilizaran las laptops en las últimas filas de la clase, para que el resto de los alumnos no se distrajera.

Un profesor de derecho en Texas se fastidió tanto por el nivel de distracción de los alumnos en 2001 que llevó una escalera a la facultad, se subió para llegar al transmisor inalámbrico en su clase y lo desconectó. Los alumnos protestaron. La administración lo obligó a volver a conectarlo. Pero había logrado dejar en claro su pensamiento y recuperó la atención de la clase. En 2002, les dijo a sus alumnos que no podían usar la laptop en su clase, ni siquiera para tomar notas. "Fue una diferencia absolutamente positiva que apagaran sus computadoras", dijo.

Los alumnos universitarios de hoy son una generación verdaderamente conectada. Un estudio realizado en 2002 por el Pew Internet and American Life Project en Washington determinó que el 86% de los alumnos estaban conectados online, comparado con el 59% de la población en general. Si bien el estudio no se concentraba en la tecnología inalámbrica, los autores predijeron que "las situaciones que se hicieron evidentes con el uso generalizado de celulares probablemente se agravarían cuando los alumnos pudieran acceder a Internet desde cualquier parte, inclusive en las aulas".

En la American University en Washington, por ejemplo, el proyecto de Internet inalámbrica es ambicioso: en todos los edificios hay conexiones inalámbricas.

El director de operaciones electrónicas en la Universidad, Carl Whitman, dijo que ingresar pronto al mundo inalámbrico creó una ventaja, ya que atrajo a alumnos que exigen la última tecnología y "para nosotros fue un plus".

El profesor Jay Mallek, de la American University, dijo que los beneficios de la tecnología en su clase excedieron los problemas. "Oír el click del mouse es un nuevo tipo de comunicación social", dijo.

Y llegó a sugerir que, gracias a eso, tal vez ahora fuera mejor profesor: acepta la amenaza de perder a sus alumnos en manos del e-mail y los diarios electrónicos como un desafío para lograr que sus clases sean interesantes y activas.

Whitman dijo que estaba probando nuevos programas que podrían resolver algunos de los problemas de distracción. Por ejemplo, se podría aceptar el uso de Internet en la biblioteca, pero no en algunas clases, donde sólo estaría permitido acceder al sitio CNN.com para lectura en clase.

Los alumnos, por su parte, dicen estar buscando un equilibrio en la clase entre la buena utilización de la tecnología online y sus tentaciones. "En general, es genial", dijo Tetse Ukueberuwa, una alumna de Dartmouth. "Pero yo prefiero tomar notas a mano. Me siento más en contacto con lo que está diciendo el profesor".

Claro que se siente un poco "anticuada". Cada clase nueva, dijo, parece "más avanzada desde un punto de vista tecnológico que la anterior".






FUENTE:




John Schwartz, La distracción en clase en la era de la tecnología digital, Clarín.com  »  Edición Domingo 05.01.2003  »  Sociedad 





,




Dirección URL:
http://old.clarin.com/diario/2003/01/05/s-498995.htm 

1 comentario:

  1. Muy lindo blog,creo que es verdad que se puede dar un mal uso al acceso a internet en el aula, pero también creo que nosotros como profesoras debemos buscar la manera de aprovechar estas herramientas tecnológicas y superar los posibles problemas que encontremos. ;)

    ResponderEliminar